El riesgo de circular con los neumáticos gastados

Los neumáticos son la única parte del vehículo que se encuentra en contacto directo con el asfalto, por lo que debemos cuidar su estado.  El estado de las ruedas y su cambio tardío pueden propiciar la causa de algún accidente.

Aunque el mínimo legal de profundidad del neumático se estipula en 1,6 milímetros aproximadamente, las pruebas de los equipos expertos en seguridad auguran que, a medida que la rueda reduce la profundidad de su dibujo por debajo de los 3 milímetros la probabilidad de tener un accidente por causas como frenada en lluvia o aquaplaning aumenta.

Las pruebas dicen que la distancia de frenado, a partir de los 3 mm de profundidad, aumenta en un 40% y que aumenta el riesgo a aquaplaning a una velocidad reducida de unos 25 KM/Hora.

A la hora de cambiar los neumáticos por unos nuevos, no siempre se gastan de igual medida. Los expertos recomiendan montar las ruedas nuevas en el eje trasero, ya que es el eje propulsor y el que dará estabilidad al vehículo

Una forma  sencilla de comprobar el estado de las ruedas es con una moneda de 1€.  El anillo dorado de la moneda mide exactamente 3 milímetros. Al introducir la moneda en la profundidad del dibujo este anillo debería desaparecer o estar cubierto en su totalidad por el neumático. Si no, nuestra rueda estaría por debajo de la profundidad óptica para asegurar sus prestaciones.

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