Radares: Como funcionan y diferentes tipos

Los radares son uno de los principales métodos de control de la velocidad para las carreteras. En el territorio nacional nos encontramos con cerca de 850 radares fijos distribuidos por todo el ámbito territorial, siendo Barcelona y Madrid las ciudades con mayor nivel de radares por kilómetro.

Los radares suponen unos 4.000.000 millones de multas al año, la mayoría por exceso de velocidad.  Los radares  fijos tienen instalados 2 líneas de infrarrojos, de forma que calculan la velocidad que tardan los vehículos en traspasar la primera línea y la siguiente. De esta forma pueden saber si circulas a la velocidad estipulada o la sobrepasas. En este último caso, el radar te hará 2 fotos, una del coche completo, y otra más detallada de la matrícula. La almacenará en su base de datos y la enviará a los archivos sancionadores de la Guardia Civil o DGT.

Podemos diferenciar 4  tipos de radares dependiendo de su ubicación y prestaciones:

-          Los radares fijos: Son los radares más comunes. Tienen una localización fija en un lugar determinado.

-          Los radares móviles:  son los radares que pueden colocarse en un trípode en cualquier parte. Pueden medir entre 1 y 6 carriles a la vez dependiendo del tipo de tecnología que utilice.

-          Los radares “rojo” o de semáforo: Se sitúan en algunos semáforos, y si lo cruzas en rojo te hará una foto.

-          Los radares por tramos:  en realidad son también radares fijos, pero lo novedoso es que calcula el tiempo en que has tardado en recorrer un determinado tramo y así obtiene tu velocidad media.

Como nota final, destacar la presencia en los últimos años de los radares instalados en helicópteros, los llamados Pegasus. Este tipo de radares son la última tecnología, controlando el tráfico desde el aire y llegando a poder localizar excesos de velocidad a 1 km de distancia y hasta a 300 metros de altura. En España contamos ya con una flota de 5 helicópteros con este tipo de radares.

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